En estas semanas me han estado mando varias cosas para hacerlas de un día para otro o con un máximo de dos días. La verdad es que hasta ahora han sido cosas cortas, el detalle es que suelo tomarme mi tiempo para escribirlas y que queden bien. Suelo escribir tres versiones de un mismo texto para compararlo y ver cuál elegir, aunque no sé si eso sea la mejor idea cuando tienes otras tres cosas que entregar.
Me gusta que a Alma, la jefa editorial de la revista y la que supervisa mi trabajo en prácticas, le guste lo que escribo; pero también siento que por lo mismo me deja más trabajo, lo cual no sé si es muy justo. Ayer me pidió que volviera a hacer un trabajo que alguien más ya había hecho, y siento que lo ideal sería editarlo en vez de volverlo a hacer sólo porque no le gustó, pero soy lo suficientemente tímida como para no decirle nada. Justo hace dos días Alma llamó para decirme que me necesitaba para una entrevista gastronómica, nosotras ya habíamos acordado que mis practicas serían en casa porque no tienen espacio para que esté fisicamanete. Debido a ello yo platiqué con ella para ver la posibilidad de irme a Chetumal - donde actualmente viven mi mamá y papá- y ella dijo que sí, aunque al parecer entendío mal las fechas y en cuanto colgué, ya estaba viendo la posibilidad de comprar otro boleto y regresar a tiempo para lo que me quería, sin embargo, seguí el consejo de mi mamá y tuve que decirle que no... para los que me conocen bien saben que me da mucha ansiedad decirle que no a la gente. Alma lo entendió y dijo que no había problema.
Nota: tengo que dejar de alarmarme por cosas que sí tienen solución.